¿CÓMO SERÁ LA ESCUELA EN EL FUTURO?
Estamos en el año 2030, y echando un vistazo a la escuela de hace 10 años (cuando nosotros empezábamos a dar clase)... ¡cuántas cosas han cambiado!
Todas las pizarras son digitales, y parece que nadie echa de menos ese polvo de tiza que se te quedaba metida entre las uñas. Por supuesto que las pizarras tienen conexión a internet, y ¡es tan útil! También es muy útil tener todos los documentos de forma digital, así podemos acceder a ellos desde cualquier parte, lo cual facilita mucho el trabajo tanto de alumnos como profesores. Lo que facilita mucho la vida a los alumnos es que los libros de papel ya parecen ser reliquias, pues ya hace tiempo que todo está en sus tablets, ¡cuántos dolores de espalda se están ahorrando estos muchachos.
Además, no sé si os acordáis de una pandemia que hubo allá por 2020, que nos dejó a todos en casa durante meses, y obligó a dar las clases de forma online... pues algo bueno nos enseñó, y es que ahora todas las clases se pueden seguir de forma online, lo cual es muy útil cuando alguien está enfermo o simplemente no puede venir a clase. Incluida yo, que puedo dar las clases desde cualquier sitio... ¡un día de estos les doy la clase desde la playa! Además, ahora la asistencia se controla de forma digital, así que ya no perdemos tiempo pasando lista todos los días.
Me han contado que están desarrollando una nueva herramienta para que los pupitres sean digitales, y así ya no tendremos que llevar ni las tablets a clase, ¿os imagináis? A mi me parece una auténtica locura.
Ahora volvamos a la realidad, estamos en 2020 aún (sí, en plena pandemia) y todo esto que os he contado se supone que es lo que nos deparará el futuro en la docencia. No sé, yo espero que si cambian tanto las cosas, al menos sea para bien.
Y evidentemente, lo que sí que espero es que a los profesores no se nos sustituya por robots, y que al menos sigan existiendo las pizarras de tiza.
Sesión 15: Actividad de reflexión y análisis 17
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