A)Desertor: presenta una baja
tendencia a las tareas y a las relaciones, por lo que presenta un rendimiento
poco eficiente en un contexto en el que se requiere al menos una o ambas. Esta
conducta es, por lo tanto, inadecuada.
B)Misionero: este tipo de docente
presenta una baja tendencia a las tareas aunque alta a las relaciones. Esta
conducta no es eficiente porque el contexto requiere también alta tendencia a
las tareas.
C)Autócrata: alta tendencia a las
tareas, pero baja tendencia a las relaciones, lo cual provoca que el rendimiento
sea también poco, porque el contexto requiere también alta tendencia a las
tareas.
D)Conciliador: el docente conciliador muestra
una alta tendencia tanto a las tareas como a las relaciones, pero en un marco
en el que se requiera una tendencia sólo a una de ellas la convierte también en
poco eficiente.
E)Burócrata: su nivel de eficiencia es
mejorable dado que tiene baja tendencia tanto a tareas como a las relaciones,
en un contexto en el que sea necesario cuidar tanto las actividades como las
personas.
F)Progresista: este estilo se
caracteriza por una tendencia baja a las tareas y alta a las relaciones, en un
contexto en el que la organización asó lo requiere, lo cual hace que sea un
rendimiento eficiente.
G)Autócrata – Benevolente:
caracterizado por una alta tendencia a las tareas y la baja tendencia a las
relaciones, en un contexto en el que la organización así lo pide también, lo
cual hace que sea un rendimiento eficiente.
H)Realizador: su elevada tendencia a
las tareas y a las relaciones hacen que su rendimiento sea eficiente en un
contexto en el que la organización así lo requiere, lo cual hace que sea
también un rendimiento eficiente.
Según mi gráfica de resultados (la imagen que os adjunto), mi estilo dominante sería el Misionero, seguido del Progresista y Realizador con casi el mismo resultado. Aunque los tres estilos de mi resultado tienen algún rasgo un poco contradictorio, en general puedo deducir que el resultado se caracterizaría por una baja tendencia a las tareas y alta a las relaciones, con un rendimiento eficiente.
El perfil del misionero es un perfil pacificador, amable, necesitado de apoyo y pasivo. Esto es, que evita los conflictos, es una persona agradable, amable, afectiva. Busca la aceptación y necesita apoyo. Hace las cosas más fáciles, pero evita iniciar las cosas, es pasivo y no da directrices. No le preocupan los resultados ni los procedimientos, y en cuanto observa la primera señal de conflicto trata de suavizar las cosas.
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